martes, 23 de octubre de 2012

Más vale lo bueno conocido...

¿Por qué hace unos 10 ó 15 años podíamos sentarnos un grupo de amigos en la terraza de un bar y mantener una animada conversación; y ahora sólo vemos las caras iluminadas por las super pantallas amoled hd de nuestros estupendísimos smartphones de ultimísima generación?

¿Por qué antes jugar significaba sentarse todos alrededor de una gran mesa, tirar dados, mover fichas, contar dinero falso, coleccionar casitas verdes y rojas, ir de oca a oca, etc.; y ahora llevamos 20 partidas a la vez del Apalabrados y tenemos guardado en el altillo más recóndito el Intelect (o Scrabble para los que tenían buenos cuartos)?


 ¿Por qué antes triunfaban programas de chistes en la tele y nuestro ídolo era Chiquito, y no dejábamos de contar chistes; y sin embargo, hoy sólo somos capaces de sonreír a través de iconos y de reírnos a mandíbula batiente a través de whatsapp?


¿Por qué cuando eramos pequeños y estábamos con nuestros padres en un bar armando mucho jaleo, para que estuviésemos tranquilos, tu padre te decía "en casa hablamos tu y yo" y te pegaba una buena torta con la mano abierta en tu espectacular mejilla efecto retina de cuatro coma tres pulgadas; y sin embargo, ahora cuando un niño comienza a protestar por cualquier cosa se le compra, chantajea, regala una consola-móvil-ipad para que no dé por culo esté calladito?

¿Por qué todo el mundo tiene un conocido que a su vez tiene un familiar que le asegura que vió el video de Ricky Martin y la nocilla-paté-mermelada;y sin embargo, nadie lo ha visto?

1 comentario:

  1. Tantos por qués y tan pocas respuestas.
    Como tantas veces hemos hablado, qué bien sentaría un regreso a los ochenta.
    Sin embargo aquí me tienes, diciendote ésto a través de esa embriagadora luz artificial de la infernal computadora, de soslayo la del televisor y con el rabillo del ojo oteo el móvil posado en el sofá por si han contestado algo en los mensajes de grupo.
    Necesitamos despeje ¡ya!
    Nos creíamos desligados del apropie vital de la tecnología en la nuestra, pero un poco lo ha hecho.
    Suerte de esas partidas de parchís, pictionary y damas chinas, por ahí estamos salvados.
    ¿Cuándo nos echamos una?

    Tu pollo.

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